Por Juan Flores (Ecuador)

La libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos son elementos transcendentales de nuestras sociedades que hoy están o siguen en peligro de ser menoscabadas, tanto por modelos que parecieran haber desaparecido como aquellos que aún siguen en el poder y afectan de manera directa al resto de los países de la región.

Como jóvenes hoy tenemos la responsabilidad, en conjunto con la sociedad, de velar no solo porque los derechos humanos no se vean cercenados sino porque regionalmente estos no se vean afectados al punto tal que “nosotros podremos estar bien” pero el entorno no. Y con ello, tanto nuestras instituciones como la misma sociedad, en sí, se vea afectada de forma negativa.

Lamentablemente como región, no hemos sabido trabajar de manera articulada sobre estos temas. Creímos que nuestras sociedades, democracias, libertades y, en especial, los derechos humanos no se verían nunca afectados, fuese cual fuera el enemigo. Pero fue en gran parte esa seguridad la que permitió que desde hace más de 20 años en la región todo cambiara para peor. Hoy estamos en un punto álgido, de debate de modelos y caminos, por lo que nuestra responsabilidad es mayor y requiere de todos, en una gran articulación para cambiar y, sobre todo, instalar un nuevo modelo regional que permita fortalecer lo que hoy hemos perdido. Ninguna nación podrá avanzar en un mundo globalizado como el de hoy si sus pares no lo hacen. Es nuestra responsabilidad asumir nuevos roles, espacios y hacer política real, libre de populismo y modelos que cercenan libertades, sino por el contrario que los promuevan. De esta manera, conquistaremos mejores democracias y mayores garantías ara nuestros derechos humanos.